La Academia Americana de Oftalmología recomienda no someterse a estas intervenciones, que pueden causar infecciones, sangrado y conjuntivitis.
Implantarse joyas en los ojos mediante una intervención quirúrgica es la última moda en Estados Unidos. Al menos, así lo esperan médicos como el doctor Emil Chynn, quien recientemente llevó a cabo la primera operación de este tipo en Nueva York en medio de una considerable atención mediática, fomentada por él mismo. ABC News es uno de los medios que recogen la llamativa novedad estética.
Lucy Luckayanko, una joven rusa de 25 años, residente en Estados Unidos, fue la valiente candidata que, sin pensárselo dos veces, aceptó acudir a la clínica de Chynn para que éste implantara un pequeño brillante de platino en su ojo mediante un corte tan minúsculo que no necesitó sutura.
La joven cuenta que, los primeros días, sintió que tenía algo en el ojo, pero que ya se ha acostumbrado. Tampoco le molestó que la operación se llevara a cabo ante un escaparate, para que los transeúntes que pasaran frente a la clínica pudieran presenciar el trabajo del especialista. Éste ha recibido ya cuatro peticiones para implantar joyas en sus ojos.
La Academia Americana de Oftalmología ya ha lanzado una advertencia a quienes se planteen seguir los pasos de Luckayanko, recomendando que no se sometan a este tipo de operaciones, más comunes en Europa pero que no están aprobadas por las administraciones de Estados Unidos.
La Academia de Oftalmología, en concreto, advierte de que «no se dispone de las suficientes pruebas que respalden la seguridad o el valor terapéutico de este procedimiento». Entre los riesgos que citan figuran infecciones, sangrado, perforación del ojo y conjuntivitis.
El doctor Chynn rechaza estas complicaciones y desvela que le gustaría llevar a cabo la operación con una persona famosa, en televisión y en vivo. El objetivo, asegura, es demostrar la seguridad de la intervención.
Implantarse joyas en los ojos mediante una intervención quirúrgica es la última moda en Estados Unidos. Al menos, así lo esperan médicos como el doctor Emil Chynn, quien recientemente llevó a cabo la primera operación de este tipo en Nueva York en medio de una considerable atención mediática, fomentada por él mismo. ABC News es uno de los medios que recogen la llamativa novedad estética.
Lucy Luckayanko, una joven rusa de 25 años, residente en Estados Unidos, fue la valiente candidata que, sin pensárselo dos veces, aceptó acudir a la clínica de Chynn para que éste implantara un pequeño brillante de platino en su ojo mediante un corte tan minúsculo que no necesitó sutura.
La joven cuenta que, los primeros días, sintió que tenía algo en el ojo, pero que ya se ha acostumbrado. Tampoco le molestó que la operación se llevara a cabo ante un escaparate, para que los transeúntes que pasaran frente a la clínica pudieran presenciar el trabajo del especialista. Éste ha recibido ya cuatro peticiones para implantar joyas en sus ojos.
La Academia Americana de Oftalmología ya ha lanzado una advertencia a quienes se planteen seguir los pasos de Luckayanko, recomendando que no se sometan a este tipo de operaciones, más comunes en Europa pero que no están aprobadas por las administraciones de Estados Unidos.
La Academia de Oftalmología, en concreto, advierte de que «no se dispone de las suficientes pruebas que respalden la seguridad o el valor terapéutico de este procedimiento». Entre los riesgos que citan figuran infecciones, sangrado, perforación del ojo y conjuntivitis.
El doctor Chynn rechaza estas complicaciones y desvela que le gustaría llevar a cabo la operación con una persona famosa, en televisión y en vivo. El objetivo, asegura, es demostrar la seguridad de la intervención.
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