Bar boliviano de la cocaína: Ruta 36


Mientras en Argentina y México se legaliza el consumo de drogas, el mundo va conociendo de forma oficial la existencia en La Paz, Bolivia, de Ruta 36 o el “primer bar de cocaína del mundo”, como la bautizó The Guardian.

Ruta 36 atendía en la calle Luis Uria de la Oliva, zona Sopocachi, sólo a extranjeros. El ingreso al mismo costaba entre 15 a 20 dólares y sólo podías hacerlo si dejabas el pasaporte en la puerta. Alguno que otro boliviano se coló alguna vez fingiendo ser mexicano, coimeando a los seguridades y bien enganchado con amigos gringos.

Los mozos y djs de Sopocachi y San Jorge conocían/conocen de las movidas de Ruta 36 que, según la publicación, es un bar itinerante: se mueve de zona en zona temporalmente. Y con la coima institucionalizada, Ruta 36 funcionó a sus anchas.

Foto: Escaneada de Maxim (ed. Brasil)
El reportaje de The Guardian fue reproducido en una gran varios medios de todo el mundo, de seguro atraídos por el título vendible. El periodista Jonathan Franklin cuenta que la cocaína era/es ofertada con precios acorde a la calidad. Desde 100 a 150 bolivianos y podías escoger entre la normal y la fuerte. Los clientes son todos extranjeros, mochileros que tomaban su “año sabático”, y escaparon del hemisferio norte para probar las delicias sudamericanas. Obviamente en el “turismo de cocaína” que gana día a día adeptos como el “turismo sexual” que ofrecen las regiones más pobres del mundo. No olvidemos que EEUU es el primer consumidor de drogas.

Foto: Escaneada de Maxim (ed. Brasil)
El reportaje dice que el narcotráfico se muda de Colombia a países como Bolivia, donde según las NNUU, la producción de coca subió en un 10%. “Detener el turismo de cocaína en Bolivia puede resultar tan difícil como detener el consumo de alcohol en Estados Unidos durante la época de prohibición”, dice el texto.


“Abajo, en la sala principal del Route 36, la escena es calmada. Una bola de disco baña esporádicamente el lugar con luces rojas y verdes. Cada mesa tiene velas y un pack de botellas de agua, más las drogas que uno desee en su trago. En la esquina, una pila de juegos de mesa incluidos ajedrez, backgammon y jenga”, señalaThe Guardian.

“Hemos traído unas vírgenes [de cocaína] aquí. Esta será su primera vez, entonces solo se la frotamos en los labios. Pero tienen suerte, en casa no podrían conseguir cocaína tan pura. En Londres pagas 50 libras por un gramo de mala calidad, lo único que hace es adormecerte los labios y enviarte al baño”, reproduce así una charla dentro de Ruta 36 The Guardian.

Foto: Escaneada de Maxim (ed. Brasil)
Cuando se coloca “Route 36” en internet, varios blogs y webs de turismo mochilero la recomiendan. Incluso tiene una referencia en la popular Wikipedia . Ruta 36 fue clausurada hace casi un mes y nuestra prensa reflejó así la noticia.


La corrupción y el narcotráfico son ejes de esta nota, lo cual nos hace recordar que existieron y existen un montón de bares de remate (como el Blue en la calle México) totalmente bizarros, o los prostíbulos de remate como el ya famoso Caballito (calle Saavedra, Villa Fátima) que también ya reabrió sus puertas. Pero para encontrar a consumidores de cocaína no hace falta buscar la nueva sede del Ruta 36. En muchos baños de locales de moda, como Ttkos por el centro o jailones como Gitana en la zona sur, se puede encontrar cocaína, generalmente de la mano de gringos que si están en buena onda te invitan una esnifada o si le caes bien incluso una rayita o te remiten a su dealer de confianza.

Foto: Escaneada de Maxim (ed. Brasil)
Ni hablar de las fiesta rave para la “gente bien”, donde parejitas de chiquilines (15 ó más años) ingresan juntos a los baños. Pero no para echarse un polvito (la mayoría), sino para polvearse la nariz o probar pastillitas extasiadas de colores con hartos litros de H2O. La misma escena de vómitos, desputes, peleas, sobredosis y convulsiones y con actores desde las mismas edades, se repiten en las zonas más populares cuando se abusa de la ingesta del alcohol, una droga legal.


Foto: Escaneada de Maxim (ed. Brasil)
Mientras tanto, América se va desayunando la legalización del consumo de drogas. El Congreso mexicano aprobó una ley que exime de cárcel al consumidor de cualquier tipo de droga que no exceda el límite establecido como dosis personal: los consumidores podrán portar 5 gramos de marihuana, 500 miligramos de cocaína, dos gramos de opio y 50 miligramos de heroína, entre otras drogas. La justicia argentina despenalizó la tenencia de marihuana para consumo personal por parte de mayores de edad, siempre y cuando: no ponga en riesgo a terceros y que no se trata de un permiso para consumir indiscriminadamente.

Foto: El Diario
En Chile evalúa despenalizar consumo grupal de drogas si se hace en privado. En Brasil una ley de 2006 flexibilizó las leyes antidrogas, siempre que el acusado asuma la dependencia química y se someta a un tratamiento de desintoxicación. En Perú (segundo productor de cocaína del mundo) está permitido poseer mínimas cantidades de droga para consumo personal, lo mismo que en Venezuela (hasta 2 gramos de cocaína y hasta 20 gramos de cannabis) pero deberá someterse a tratamiento y lo mismo pasa en otros países.

El pasado domingo, Pedro Brunhart planteó en Pulso el hecho de legalizar o prohibir todas las drogas (incluidas las legales o no) y parte de lo que escribió dice: “Pienso que en Bolivia se debe legalizar la cocaína. Que las experiencias de otros países han mostrado suficientemente que hay más ventajas que desventajas para esto. Incluso el Estado debe instalar puntos de venta, en las cuales se venda cocaína a personas mayores de edad y con la presentación de su carnet. Esto daría al Estado la posibilidad de atender a los drogadictos adecuadamente, sugiriendo programas para liberarse de su dependencia. Esto disminuiría también la criminalidad que existe para conseguir dinero para el consumo de drogas. Para los familiares de los drogadictos esto obviamente sería un alivio. Si solamente la mitad de los recursos que se utiliza para la represión se utilizara en programas sociales para los drogadictos y sus familias, esto sería –a mí entender– mucho más eficiente para la salud pública”.
Foto: The Guardian

En LMP nos preguntamos ¿ha fracasado la lucha antidrogas?, ¿la legalización de las drogas es una tendencia mundial?, ¿cuántas Ruta 36 hay en todo el país?, ¿qué hará ante esta situación Estados Unidos, el primer consumidor del mundo de cocaína, y que apuesta por la represión y prohibición?



Copia de La Mala Palabra

0 comentarios: