Supongamos que ese día limpie la casa y acomode sus discos; cambie una lamparita y anote varias ideas para no perderlas; hasta lea un libro, cocine y algunas cosas más. ¿Así sería un día sin Internet? Tal vez. Pero otra versión menos doméstica indica que personas, empresas, instituciones y gobiernos quedarían paralizadas. Podría causar trastornos de ansiedad, incomunicación, impactar en la economía mundial y, porque no, otorgar algo de paz a los adictos a la Red de Redes.
La amenaza de Google, Yahoo!, Facebook,
Foursquare, Twitter, Wikipedia, Amazon, Mozilla, AOL, eBay, PayPal, IAC,
Linkedin, OpenDNS y Zynga de suspender sus servicios por 24 horas frente al
debate en el Congreso de los Estados Unidos de la ley antipiratería digital
conocida como Stop Online Piracy Act (SOPA), que restringiría a la posibilidad
de compartir contenidos, abrió un interrogante: ¿qué pasaría si ése u otro día
cualquiera, Internet, algo que hoy se considera tan "natural" como la
luz eléctrica o el agua corriente, ya no estuviera ahí disponible?
Para tener una idea del impacto bastan
algunos datos. En un día, en la Web se registran más de 100.800 dominios, se
mandan 250.000 millones de mails, se suben 864.000 videos a YouTube, se
escriben más de 936.000.000 comentarios en Facebook y se emiten 102.600.000
tweets.
Eso no es todo. En Google se realizan 1000
millones de búsquedas, se escriben 2.160.000 actualizaciones de blogs, se
producen 532.800.000 llamadas por Skype y se descargan en iPhones 18.720.000
aplicaciones.
Parece mentira, pero en veinte años
Internet logró que casi toda actividad humana esté montada sobre ella de una
manera difícil de imaginar. Y, aunque el mundo existió antes de Internet, de
manera "analógica", imaginarse qué sería de la humanidad sin la
conectividad y ubicuidad de los dispositivos tecnológicos suena por lo menos
raro.
Aunque el "apagón", en principio,
se había anunciado para el 23, el sitio de intercambio de contenidos Reditt,
principal impulsor de la protesta digital contra SOPA, anunció que este
miércoles 18 interrumpirá sus servicios y, aunque no lo han confirmado, muchos
en Estados Unidos creen que los gigantes de Internet podrían adherir a esta
medida.
El proyecto de ley fue impulsado el 26 de
octubre de 2011 por el congresista republicano Lamar S. Smith. Tiene el apoyo
de la industria cinematográfica de Hollywood, las grandes discográficas
norteamericanas y ESA (Entertainment Software Association), que agrupa a las
principales compañías de videojuegos. Pero casi todo el resto de las grandes
empresas de Internet están en contra.

Según un estudio realizado por el Centro de
Predicción Económica (Ceprede) de Madrid, de acuerdo con datos recogidos por
World Economy Survey (WES), los negocios de todos los países y regiones
sufrirían una caída en sus operaciones comerciales, en un promedio global del
65 por ciento. Oceanía sería el continente más afectado, 88%; América del
Norte, 80%; Asia, 71%, y América latina, 53%. Esto demuestra la dependencia a
Internet.
Economías desprotegidas
"A medida que pase el tiempo y las
tecnologías se vayan desarrollando, las políticas deberán ser más intensivas
para proteger las economías de los países", sostiene el estudio de la
Ceprede.
El tema no es broma. Existen hoy empresas
enteras montadas sobre Internet. Ni hablar de aquellas que están relacionadas
con el e-comerce , como eBay, Amazon, y más cerca, Mercado Libre o Groupon.
Pero también sufrirían los sistemas de transporte, los gobiernos y todo el
sistema financiero mundial.
"Las grandes compañías que se
dedicaban a la producción y distribución analógicas están en una gran crisis.
La manera de hacer negocios ha cambiado y todo gracias a la digitalización de
los contenidos y los sistemas", expresó en su blog IdentidadGeek Zapata,
un estudiante de ingeniería electrónica español.
Otro punto es que el pulso de la humanidad
queda actualmente registrado a través de la interacción de las personas e
instituciones por Internet. Ese día sin Red quedaría en blanco, o en negro
digitalmente hablando.
"Ahora que lo pienso, ¿cómo mantendría
el contacto con mi familia, amigos y cercanos? Todo lo hacemos por servicios
web: Skype, Whatsapp, iMessages... me sentiría solo...", reflexionó Kemeny
Larrondo.
El aspecto psicológico tampoco sería menor.
Cada vez más personas supeditan su relacionamiento y comunicación a las redes
sociales. Hacer una llamada telefónica es ya algo antiguo.
"De sólo pensar en no poder estar
conectado, me recuerda a los días de vacaciones. No sería malo, sólo menos
productivo, quizá deba aprender a cosechar y trabajar la tierra, ya que mis
skills [habilidades] digitales no tienen ninguna utilidad en un mundo sin
Internet. Esto me hace pensar en que si ése fuese el caso, he perdido mucho
tiempo de mi vida en la computadora", concluyó un operador de sistemas.
LA NACIÓN- ARGENTINA (GDA)
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