Twitter ha informado que habrá cambios drásticos en “algunos países” para atenerse a las legalidades vigentes, muy lejano de la libertad que ha definido hasta ahora a esta herramienta.
Fue considerado como una efectiva herramienta de lucha pacífica en las revueltas del mundo árabe en el año 2011, así como también aplicó en las protestas estudiantiles en Chile, los “indignados” de España, Grecia y el propio EE.UU, pero todo ello parece ser que será historia.
La misma herramienta, Twitter, ha informado que las cosas cambiarán drásticamente en “algunos países” según reza su blog. Censura en Twitter, han dicho algunos.
La idea de los dueños de la red de microbloggin de 140 caracteres y que es usada por más de 200 millones de habitantes en el planeta se plantea hoy de otra forma.
Foto: MyComputer
Con la censura de Twitter, la red social se someterá a las condiciones legales impuestas por cada país.
Tristemente, Twitter nos dice que se someterá a las leyes que existen en algunos países, y cita como ejemplo que no permitirá mensajes que adoren o inciten al nazismo, pues existen disposiciones legales en Alemania y Francia relacionadas con el tema.
Grupos neo nazis existen así como otros que los combaten, pero ¿cuál es el criterio?
El problema que se genera desde ahora en Twitter es cómo los millones de usuarios se expresarán sin temor a que sus comentarios sean eliminados o su cuenta borrada.
Existe una delgada línea entre la libertad de expresión y la ofensa; y en Chile ya han existido casos judiciales en que ciertas situaciones donde se utilizó Twitter han servido como medio de prueba en los tribunales (Facebook también).
No cabe duda que el mundo ya cambió, pero quienes nos gobiernan aún viven en ese estrecho pasillo mental de ir dándonos a través de gotarios, dosis de libertad, de obligarnos a pensar de un modo y evitar el otro.
De coartar el derecho a elegir (con los deberes correspondientes que ello implica y abarca por cierto) y de decir lo que se nos plazca ( expuestos por cierto a las leyes chilenas en este caso y que son variadas).
¿No es acaso mejor expresarse y luego atenerse a las consecuencias de nuestros dichos y actos de manera responsable y civilizada?
¿Acaso estamos ante un primer esfuerzo de que una delas redes sociales se transforme en un “Gran Hermano Virtual” y nos diga qué decir, en qué parte y qué pensar?
Triste el sólo imaginarlo y si existe fuga de Twitter solo será cosa de tiempo, para cuando se conozcan los primeros casos.
Es simple “auto – censura” y atrás quedó el espíritu donde esos 140 caracteres fueron el muro de libertad, a veces desmedida, a veces apasionada, pero real y sincera de millones.
Mario Romero
Guioteca
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